Por una infancia sana, ¡Actívate!

La actividad física es fundamental para el crecimiento saludable durante la infancia y adolescencia. Uno de los objetivos de la salud pública es la promoción de un estilo de vida activo entre los más pequeños, ya que a partir de la adolescencia resulta más difícil corregir conductas sedentarias, causantes de diversas patologías como la obesidad. El presente estudio explora los hábitos de actividad física e inactividad entre escolares de educación primaria de Girona. No obstante, las conclusiones son extrapolables y sin duda, un reflejo de las características presentes en nuestra sociedad actual.

Si comparamos la infancia de nuestros padres o abuelos con la de nuestros hijos, nos daremos cuenta que actualmente se ha producido una importante disminución de la actividad física. Antes se caminaba más, los niños corrían y jugaban en la calle y consecuentemente los casos de obesidad eran prácticamente inexistentes. La transición de juegos activos a inactivos ha conllevado una pérdida de la actividad física no deportiva, es decir, aquella que se hacía de manera espontánea y repetitiva a lo largo del día. Ante esta tendencia, han proliferado las posturas que defienden una infancia más activa. En esta línea, encontramos el presente documento, cuyo propósito es conocer el tiempo destinado por los alumnos de primaria de Girona a actividades físicas y a hábitos sedentarios (screen-time), estableciendo una correlación entre índice de masa corporal, actividad física y screen-time.

Tras analizar y evaluar durante una semana el comportamiento de 329 alumnos, se llegó a una serie de conclusiones:

En general, los valores medios de los niños evaluados se corresponden con los considerados aconsejables. En la prevención del sobrepeso/obesidad infantil se debe considerar la correlación existente entre el índice de masa corporal y la actividad física de moderada intensidad. Es fundamental aumentar el tiempo destinado a algún tipo de ejercicio, sobre todo de intensidad leve y moderada y reducir las actividades de pantalla (la vida sedentaria en general). Según los expertos, no superar las 2 horas diarias ante la tele o el ordenador disminuye el riesgo de obesidad u otras patologías.

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